Las sagas juveniles son de los libros más leídos en el mundo, y todo gracias a que los adolescentes son lectores potenciales. Por tanto, centrarse en estos lectores también supone asumir una característica como escritor que cumpla las espectativas de los jovenes para que si sea una novela juvenil.
Escribir una novela juvenil no es muy complicado ni muy complejo, en especial si tienes claro que en una novela juvenil el protagonista SIEMPRE es un adolescente.
Las novelas juveniles se rigen por estos aspectos.
- Protagonista joven
- Un tema a tratar (conflictivo)
- El escenario (espacio / tiempo)
1- Escribir una novela o saga juvenil implica volver a ver la adolescencia, la juventud de nuevo, desde ese mismo punto de vista. No importa de qué temática trate o el género. La actitud joven siempre será la misma: intensa, apasionante, intrépida, curiosa, entre muchas otras características más que uno conoce perfectamente por haber pasado por esa etapa.
2- El tema puede ser sobre lo que te plasca: fantasía, romance e incluso policíaco. Un tema que es poco explorado en este género de libros a pesar de ser posible también. Un adolescente también puede protagonizar una saga sin ser necesariamente de fantasía.
3- El lugar en que se lleva a cabo la historia y el tiempo influirán mucho en la personalidad de tu personaje, por este motivo es bueno tener claro el escenario desde todos los ángulos y ver como tu personaje encaja en el.
4- El ambiente romántico desde el primer momento no es siempre garantía de que una saga juvenil tendrá éxito y será de agrado a la juventud. Por ejemplo, en las sagas de Harry Potter, el romance comenzó a incluirse después del tercer o cuarto libro, y hasta entonces solo existia la amistad de los tres protagonistas principales. Pero la escritora supo mantener a los lectores apegados esperando ese momento. Supo despertar la curiosidad y la intensidad juvenil al dejar a la imaginación quién estaba enamorado de quién, lo mismo que con Los juegos del hambre y el conflicto amoroso de Katniss.
5- Para que una saga sea juvenil, el protagonista debe estar entre los 10 a 17 años de edad (Por lo menos al comienzo y a lo largo de la serie, pues puede ir creciendo tal y como en los libros de Harry Potter, quén comenzó teniendo 10 años).
6- El estilo narrativo es sencillo y no conlleva muchas palabras rebuscadas o de poco entendimiento. Por el contrario, un libro juvenil se caracterisa por su sencilles literaria sin pecar de extremadamente sencilla que hasta un niño de ocho años pudiera entenderlo. Pero si es sencilla para que un adolescente pueda entenderlo sin necesidad de recurrir a un diccionario. Eso incluye también el lenguaje de los personajes, si son muy fuertes o conllevan a palabras callejeras, obligatoriamente tu libro va dirigido a un público más adulto.
Tambien, para el tipo de lenguaje de tus personajes el ambiente influye mucho, es decir, si es un mundo inventado, que un personaje salga con un monton de palabras modernas sin justificación puede causar el efecto de sacarte del mundo que quisite inventar porque el choque de "expreciones VS mundo, chocan".
De modo que de la única forma en que puedes escribir una novela para jovenes es poniendote primero en el lugar del adolescente y leer más libros de temática juvenil.
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